A todos nos pasa que cuando necesitamos hacer una compra importante en el hogar iniciamos la busqueda de información en nuestro entorno inmediato. Familia y amigos nos ofrecen entonces recomendaciones y sugerencias que responden a sus experiencias personales más que a un conocimiento real del área del que se esta hablando y esto suele llevarnos a cometer errores al momento de elegir.

Ya hablando específicamente sobre los sistemas de descanso desde hace unos años a ido subiendo la demanda de colchones de espumas de alta densidad. Como asesores nos encontramos muchas veces con clientes que consultan por este tipo de producto y en el transcurso de la conversación surge que ni es lo que necesitan ni es lo que quieren en cuanto al confort. Como pasa con otros artículos industriales la variedad existe porque existe una variedad de necesidades, el rol del asesor/vendedor es justamente ayudar al comprador a encontrar el que mas se ajuste a él. 

Entonces ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de Alta Densidad?

La fórmula física de densidad es masa/volumen, es decir, la relación entre el peso de un objeto y el volumen que dicho objeto ocupa en el espacio. Los colchones están fabricados con espumas poliuretánicas, un derivado del petróleo que una vez finalizado su proceso de fabricación forma un material poroso que aún siendo sólido presenta cierta flexibilidad. Es, literalmente, una espuma. Cuando hablamos de colchones el valor de referencia que se utiliza es 1 metro cúbico, o sea que si a usted le dicen que tal colchón tiene 30 Kg de densidad le están diciendo que un cubo de 1 metro (alto) x 1 metro (ancho) x 1 metro (profundidad) pesa 30 Kg. Como dijimos antes el colchón está formado por una espuma semirígida de poliuretano. El término "espuma" indica que es poroso, es decir, que tiene burbujas de aire en su interior; el colapso de esas burbujas determinan el proceso de hundimiento del colchón al final de su vida útil. Supongamos que tenemos dos colchones de poliuretano, uno tiene 30 kg de densidad y el otro 21 kg de densidad (coloquialmente se sobreentiende que es en referencia a 1 metro cúbico de material). Estos dos datos (30 kg para uno y 21 kg para el otro) nos dan un parámetro para poder compararlos: a mayor densidad menor será el tamaño de las burbujas y mayor el grosor de las paredes que las separan. A menor densidad, lo contrario; burbujas más grandes separadas por paredes mas delgadas. Finalmente un colchón de alta densidad será más firme y resistirá más peso por más tiempo que otro de menor densidad, simplemente porque tiene en su composición más material que aire. 

¿Para quienes están pensados los colchones de Alta Densidad?

La rigidez y fortaleza del colchón de alta densidad tienen principalmente dos destinatarios; usuarios con sobrepeso y usuarios con alguna dificultad en la columna que por recomendación médica requieran una postura más firme. Ahora bien, nada es blanco o negro, en la elección tambien influye el gusto personal. Si bien todo colchón nuevo parece duro porque el punto de comparación es el que se quiere reemplazar, la industria ofrece variantes para quienes requieren de este tipo de soporte firme pero que al momento del uso les resultan excesivamente rígidos, los colchones combinados con espumas inteligentes y los colchones con resortes individuales son ejemplos de ello. Por otra parte hay usuarios que aunque no estén en este grupo de personas sencillamente prefieren los colchones duros.

La importancia del asesoramiento

Cuando el asesor/vendedor conversa con el usuario le hace una serie de preguntas para saber que necesita y que espera del colchón que está buscando para ayudarlo a encontrar el modelo que mejor cubra sus requerimientos en cuanto a características técnicas, estilo de confort, y presupuesto.